miércoles, 25 de noviembre de 2009

PLACER ONÍRICO

Casi inesperado. Estabas allí, junto a mí. No me diste tiempo siquiera de abrir los ojos. No fue necesario verte para saber que eras tú. El mismo olor, la misma sensación, una similar excitación. Recuerdo como lentamente llegaste a mi boca. El rápido desvelo recíproco de los besos. Tus mismos besos con apuro. Como si esta relación paralela que mantienes conmigo no lo supieras manejar. Aun tengo los ojos cerrados. La misma fogosidad. Tu mismo sexo. Un similar acto; tocarte y tocarme. Disfrutar el momento cúlmine del placer. La gran repetición que me quedaste debiendo. Y eran mis manos en tu cuerpo y las tuyas en el mío.

Fue como el aire, el vapor, la humedad. Sentí la niebla de tu cuerpo desvanecerse ante mi. Solo el abrir los ojos, percatarme que era mi cama, oscura y solitaria, hizo aclarar el irreal, pero ideal, sueño que tuve. Había olvidado lo fantástico que sabes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario